El Sector CrítiCCOO de Comisiones Obreras del País Valencià apuesta por un sindicalismo fuerte y democrático.
Estamos convencidas y convencidos de que el necesario fortalecimiento del movimiento sindical pasa por cinco condiciones:
- Más firmeza, un sindicalismo a la ofensiva, reivindicativo y de propuesta, defendiendo a todos los trabajadores y trabajadoras, renovando desde los principios del sindicalismo de nuevo tipo tan vigentes hoy.
- Más democracia interna, como vacuna frente a las tendencias a la centralización de las decisiones y a la burocratización.
- Más pluralidad, santo y seña del sindicalismo de clase democrático y que debe ser reconocida plena y prácticamente, así como el principio de que la diversidad es un valor.
- Más participación y el estar con los trabajadores y las trabajadoras, prácticas que es necesario revitalizar, estimulando la vida sindical y recabando así el apoyo general de la clase trabajadora.
Para hacer frente a las graves agresiones sociales es necesario poner en pie un modelo sindical más fuerte y democrático, más austero e independiente de verdad; con más militancia y para ello plural y abierto, donde las trabajadoras y los trabajadores se encuentren cómodos.
Hay que buscar respuestas a los grandes problemas sindicales y organizativos derivados de la desregulación del mercado de trabajo. El trabajador o trabajadora temporal, el atípico, el cedido o subcontratado, el que trabaja a domicilio, etc. están cada vez más al margen de las vías de participación en la empresa con el conjunto de sus compañeros y compañeras, así como de la acción sindical diaria y si lo intentan encuentran grandes dificultades para el ejercicio de los derechos colectivos. Esta realidad conlleva una desigualdad objetiva que nos obliga a buscar fórmulas novedosas e imaginativas para integrarlos plenamente a la acción colectiva. Este es el gran reto estratégico y estructural del movimiento sindical de clase, ante la realidad de más de cinco millones de personas paradas y la gran mayoría de la población trabajadora en precario. Hay que intentar agrupar, representar y defender a todo el conjunto de la clase trabajadora.
Es vital que la movilización desempeñe un papel fundamental en el próximo período para hacer frente a las consecuencias de la crisis y de la política neoliberal del gobierno de la derecha.
Pero la lucha contra el paro, por la defensa de los derechos sociales y por la transformación de la sociedad no puede ser obra de un puñado de personas. La participación de los y las afectadas es imprescindible para ganar la fuerza necesaria. Participar es decidir, pero para que la participación sea real, debe ser organizada y fomentada por el sindicato. La relación sindicato-trabajadores/as debe ser algo vivo y fluido, periódico y permanente, que adopte diferentes fórmulas según los casos. Ello exige desarrollar un modelo sindical basado en la participación de la afiliación, en el que prevalezca la democracia sindical y en el que no sea posible que se firmen acuerdos estratégicos que afectan a sus intereses por muchos años sin que opinen y decidan con su voto todas las personas que pertenecen a la organización.
Desde la defensa rotunda de la autonomía sindical, determinando soberanamente la línea de actuación a través de la participación de su afiliación, desde el profundo respeto a la democracia y al pluralismo, desde el compromiso político con los valores de izquierda y de progreso habrá que plantear proyectos de cambio y de transformación para construir una sociedad en la que prevalezca la razón y la solidaridad.